Cría en cautividad de Cicindela maroccana

A día 2 de marzo de 2013 comienza la práctica de cría en cautividad de Cicindela maroccana pseudomaroccana. Hablaremos a continuación de cómo acondicionamos el terrario y de qué condiciones estamos imponiendo.

De momento hemos colocado sustrato del lugar de origen hasta una profundidad aproximada de entre 6 y 8 cm en un terrario de 50X30X40 cm. Una zona ha sido más apisonada que las demás y en otra hemos humedecido la tierra con un spray (y esto se seguirá haciendo cada mañana). Se ha colocado un folio verde para oscurecer el lado más luminoso del terrario por la razón descrita en el apartado de cría general. Después de hacer estas operaciones se han introducido 6 hembras en el terrario y hemos apagado las luces hacia las 20:15 hasta el día siguiente.

De cara a los próximos pasos en el acondicionamiento del terrario nos tenemos que ocupar de la iluminación, aún ausente. Lo más probable es que utilicemos un tubo para reptiles viejo, ya se irá informando. También disponemos de un termómetro que marca unos 65ºF (18ºC aproximadamente).

A día 3 de marzo se han introducido tres machos en el terrario, además de terminar de acondicionarlo con unas rocas y plantas del mismo lugar que las cicindelas (pendiente determinar cuáles son). Se ha alimentado a las cicindelas con hormigas Lasius, que han sido consumidas en algún caso pero mayormente ignoradas. Con la introducción de los machos se observan rápidamente comportamientos reproductores, y una pareja se ha mantenido en amplexo durante varios minutos antes de separarse finalmente. Las siguientes fotos ilustran lo comentado:

Aquí se ve la distribución general del terrario:


Y aquí se ve una pareja en amplexo, aunque no he llegado a ver si ha habido una cópula auténtica:


Como se aprecia en esta última imagen, y como ya hemos comentado, el macho de C. maroccana se diferencia fácilmente de las hembras por la ausencia de un punto negro cercano a la sutura de cada élitro. En esta hembra los puntos son claramente visibles:


Los cicindélidos se alimentan principalmente de presas vivas, aunque muchas especies no desperdician la oportunidad que representa la carroña. Aquí vemos cómo una hembra de C. maroccana aprovecha una larva de coleóptero fitófago que lleva ya varias horas muerta, a día 4 de marzo por la mañana:


De nuevo se observan comportamientos reproductores y un amplexo que dura más de una hora.

A día 7 de marzo las cicindelas ya se han aclimatado desde hace tiempo a su nuevo hogar. Durante el período de luz, que va desde las 8:30 hasta las 18:30 aproximadamente, la temperatura del terrario se sitúa ligeramente por encima de los 20ºC, y de noche desciende ligeramente. Las cicindelas sólo salen durante el período luminoso, aunque incluso hacia el final del mismo comienza a disminuir la actividad, y los animales se refugian sobre todo debajo de las piedras.

En este vídeo se ven las cicindelas a día 9 de marzo, hacia las 16:00;


El día 18 de marzo observamos amplexos, como casi todos los días, pero en este caso pudimos por vez primera un amago de puesta de huevos por parte de la hembra. Por desgracia no pudimos constatar si se ha llegado a poner algún huevo, pero probablemente así sea.

En los días sucesivos se observa una marcada disminución de la actividad en el terrario, sobre todo por parte de las hembras, ninguna de las cuales ha salido de sus escondites en este tiempo. Los machos mantienen niveles de actividad similares a los de los días previos y se han empezado a alimentar a base de comida sólida de gato, como complemento a los insectos habituales. Los machos muestran marcadas tendencias agresivas entre sí cuando se encuentran cerca el uno del otro, como ocurre cuando se aproxima más de uno a una galleta para gatos. Uno de los machos ataca el otro a mordiscos consiguiendo ahuyentarlo en la mayoría de los casos.

Para la cría de las próximas especies, que muy probablemente serán Cephalota maura y Lophyra flexuosa, mantendremos a una pareja apartada en un terrario diferente para comparar cómo se desenvuelven las cicindelas con y sin la presión que supone la presencia de varios individuos conespecíficos y del mismo sexo. Parece bastante probable que los escarabajos se causen cierta molestia entre sí, ya que en el campo no se encuentran en densidades tales como las del terrario y, por ejemplo en los amplexos, la hembra persigue activamente a los individuos que se acercan demasiado en la pareja, lo cual podría tener implicaciones en que se lleve a cabo o no la puesta.

Como se ha dicho, pocas veces hemos visto a todas las cicindelas a la vez en el terrario: normalmente al menos dos o tres están ocultas bajo una piedra o en pequeños túneles que excavan para resguardarse. Los comportamientos de cópula y amplexo siguen produciéndose de forma habitual no obstante, y un comportamiento típico de la hembra en este contexto es el de agitarse vigorosamente, a veces hasta el punto de quedar la pareja patas arriba, en lo que parece ser a todas luces un intento por zafarse del macho. Este comportamiento, común a la mayoría de especies, podría muy bien ser un mecanismo de selección sexual por parte de la hembra, a la que le interesaría asegurarse que sólo un macho sano y fuerte sea capaz de fecundar sus huevos.

Para principios de Junio las cicindelas han muerto, en el transcurso de unos días.