Cephalota maura


Cephalota maura es una especie de tamaño mediano, que se reconoce fácilmente por su color negro y el aspecto redondeado de su maculación elitral.

Se reconocen dos subespecies en Europa, sólo una de las cuales, la C. maura ssp maura, se encuentra en la península Ibérica. La otra subespecie, C. maura ssp cupreothoracica, es propia de zonas del sur de Italia, y como indica su nombre posee una coloración marcadamente cobriza en el pronoto y la cabeza, en contraste con el negro más uniforme de la subespecie nominal.

C. maura es el único escarabajo tigre del género Cephalota englobado en el subgénero Cassolaia, y de hecho tiene un aspecto muy diferente del de las demás Cephalota spp. Además, diversos análisis genéticos han venido demostrando que C. maura guarda un parentesco distante con otras especies del género, y podría incluso plantearse su futura exclusión del mismo.

La inclusión de esta especie en el entonces recién creado género Cephalota fue, al igual que lo esencial de la clasificación a nivel genérico de todos los cicindélidos de nuestra zona de estudio, obra de Rivalier (1950). Rivalier adjudicó a esta especie un subgénero propio, Spiralia, al darse cuenta de su singularidad. Posteriormente Wiesner describió el subgénero Cassolaia para esta especie, ya que el nombre Spiralia ya se encuentra en uso para referirse a un género de briozoos. Por tanto, el nombre correcto de esta especie es, por el momento, Cephalota (Cassolaia) maura.



En el año 2013 vimos a esta especie en los alrededores de Zaragoza, donde coexiste con otras especies halobias como Cylindera paludosa y  Calomera littoralis. Posiblemente a causa de las excepcionales lluvias de esa primavera, la aparición de Cephalota maura se retrasó, y de hecho sólo capturamos un ejemplar aislado el día 5 de Julio.

También pudimos ver varios ejemplares de la especie en el parque natural de las salinas de Santa Pola, Alicante, en Julio de 2015, donde aparecía agregada en las hondonadas del terreno arenoso, que aparentaban mayor humedad que las zonas circundantes.

En Conil de la Frontera, Cádiz, pudimos observar en 2016 muchos ejemplares cerca de la playa.